Durante una visita al Centro de Reinserción Social No. 2 de Apodaca, el gobernador de Nuevo León, Samuel García, dio a conocer avances significativos en la transformación del sistema penitenciario estatal. Entre los principales logros destaca la reducción de la sobrepoblación y el control del autogobierno dentro de los centros de reclusión.
Actualmente, el estado cuenta con un excedente de 400 espacios disponibles, y se encuentran en etapa final nuevos módulos que permitirán albergar a mil 500 personas adicionales. Con estas acciones, se proyecta alcanzar una capacidad cercana a los 2 mil espacios extra, fortaleciendo la infraestructura carcelaria y mejorando las condiciones de internamiento.
Del hacinamiento a la dignificación penitenciaria
Las autoridades recordaron que en años anteriores algunas celdas llegaron a concentrar hasta 17 personas, situación que facilitaba el control de los penales por parte de bandas delictivas. En ese contexto, se registraban actividades ilícitas como la venta de drogas, alcohol y explotación sexual.
Hoy, el enfoque del sistema penitenciario ha cambiado hacia la reintegración y la dignificación de los internos. Se promueve su participación en actividades productivas como la elaboración de cubrebocas, confección de ropa y tareas en cocina, además de ofrecer acceso a educación, talleres artísticos y atención religiosa.
Supervisión y coordinación con autoridades nacionales
La última sesión de seguridad estatal tuvo lugar en el Aula Magna del Cereso No. 2, con la presencia de autoridades locales y participantes de la Conferencia Nacional del Sistema Penitenciario. Durante la jornada, se realizó un recorrido por las instalaciones, incluyendo espacios educativos, biblioteca, cocina, áreas deportivas y centros de atención espiritual.
Estas acciones reflejan el esfuerzo del gobierno estatal por profesionalizar la gestión penitenciaria, garantizar condiciones dignas y fortalecer la seguridad desde una perspectiva de reinserción social.










