Regresa la parálisis al Congreso de Nuevo León

Soy de Monterrey

La parálisis legislativa ha vuelto al Congreso de Nuevo León, luego de que los diputados no alcanzaran los votos necesarios para nombrar a Carlos Mendoza Cano como Consejero de la Judicatura. Esta falta de consenso ha generado un nuevo estancamiento en la actividad parlamentaria del estado, poniendo en evidencia las divisiones internas entre las distintas fracciones políticas.

Elección de ejecutivo estatal

Durante la sesión más reciente, se esperaba que el pleno avanzara con la designación propuesta por el Ejecutivo estatal. La falta de quórum dejó en pausa el proceso, lo que provocó la suspensión oficial de los trabajos.

Este impasse no solo retrasa decisiones clave para el funcionamiento del Poder Judicial, sino que también refleja la creciente tensión política que domina el Congreso local. Representantes de distintas bancadas, incluidos PAN, PRI, Morena y Movimiento Ciudadano, no lograron consolidar un acuerdo, manteniendo al Legislativo en punto muerto.

Desacuerdos ante las nominaciones para un nuevo ejecutivo estatal

La nominación de Mendoza Cano —propuesta directamente por el gobernador Samuel García— ha sido objeto de debate entre quienes apoyan su trayectoria y quienes cuestionan su cercanía con el Ejecutivo.

Nuevo León necesita acuerdos, no bloqueos. La designación del nuevo Consejero de la Judicatura es clave para garantizar el buen funcionamiento del sistema judicial, y la actual parálisis compromete su estabilidad.

Rezago ante temas fundamentales del estado

En medio de este escenario, la ciudadanía permanece expectante, preocupada por la falta de avances en temas fundamentales para el estado. El retraso también ha provocado cuestionamientos sobre la gobernabilidad y la eficiencia de los procesos legislativos.